Haciendo balance.

Si algo motiva las letras que componen la mayor parte de mis publicaciones, es la de arrojar una pequeña y tímida mirada sobre el futuro. Como Woody Allen decía, «me interesa el futuro porque es donde voy a pasar el resto de mi vida» y ¿sabes qué? a mi también me interesa.

La predicción es algo inherente a mi pasión, los mercados financieros, analizar, escrutar, valorar y elaborar escenarios, como si de un capricho cuántico se tratase, donde el gato está vivo y muerto a la vez, ese activo también puede subir y bajar, solo en el momento en que se fuerza a la realidad a tomar forma, es cuando abandona el flujo y se convierte en hecho.

Entonces, estaremos de acuerdo en que hablar del futuro es complicado, es inseguro y por supuesto, un riesgo al quedar expuesto pero también una necesidad y si hay algo que delimita nuestra capacidad de formar un futuro, es la tecnología.

La ciencia y la tecnología, en todas sus acepciones y disciplinas serán el mascarón de proa que se encuentren con las primeras olas, definirán el lugar en que vivamos, cómo vivamos, las dinámicas sociales, civiles y económicas.

Por tanto, por su complejidad, mirar al futuro es un imposible, como tratar de ver la silueta de los objetos a través de un cristal esmerilado pero es algo a lo que debemos vernos impelidos, igual que la luciérnaga, porque si hay algo que se pueda distinguir nos brindará una ventaja casi clarividente.

Esa es la motivación de este blog y hoy para ser la contradicción en si misma, voy a mirar al pasado… al año 2020.

Quiero comenzar con la recopilación de los artículos del año 2020, con dos en los que más he puesto de mi, en el primero comparto una visión positiva con aquel país desconocido, donde defiendo la importancia de la literatura de ciencia ficción a la hora de buscar un futuro optimista y no solo soy yo si no que Isaac Asimov está de acuerdo… o para ser más correctos, yo pienso lo mismo que él.

En la otra cara de la moneda, la entrada titulada sobrevivir no es suficiente, con un planteamiento distópico, heredero de las sucesivas revoluciones industriales y donde apuntalo, más que nunca, una teoría sobre un posible futuro aciago que nos acecha. No es un mal sueño o una pesadilla fruto de una indigestión, es un futuro posible y aterrador desde el punto de vista social.

Si ya eres lector de mi blog, habrás intuído que es en cierto modo, mi patio de recreo, pero un patio donde me gusta compartir la diversión y en el que, admito, en ocasiones me deslizo por un tobogán de teorías y suposiciones que se alejan de lo documental para trastear con lo imaginario, como en aquel sobre los viajes temporales.

Y es que estoy convencido que si no dejamos volar nuestra imaginación, si no nos permitimos el desafío de componer nuevas melodías, al final, todo suena muy parecido y de lo disruptivo, surgen las dudas y de las dudas, el conocimiento.

Como sea, te prometo que el resto de los artículos que repaso en este momento, son más ilustrativos y espero y deseo que sirvan para que encuentres algún dato o mención de interés.

Fracasos empresariales y la búsqueda de rentabilidad.

Voy a hacer una pequeña trampa, porque uno de los artículos fue publicado el día 31 de 2019 así que técnicamente no forma parte del año en estudio pero su influencia se extiende hasta el 2020. Trataba de empresas y tecnologías que han fracasado en la última década, que contrasta, poco después, con otra entrada de corte empresarial que trata sobre todo lo contrario y que de manera muy escueta pero directa, analiza las apps más rentables y más vendidas en Android.

Estos han sido dos temas con gran cantidad de interés en las búsquedas.

No fue hasta Noviembre que he vuelto a tocar el mundo empresarial con un artículo que trata la actual situación casi monopolística, oligopolística o de abuso que se produce con las grandes tecnológicas en Estados Unidos.

Poco después de este artículo, saltó a la palestra Facebook y su posible desmembramiento de Instagram y Whatsapp y es que como ya anticipaba en el artículo, en mi opinión, el CEO de Facebook volvía a tener un desempeño nefasto ante una vista legal y además, es una de las empresas que más se puede englobar dentro de las leyes de competencia de aquel país.

Habría que pensar si el movimiento de Facebook fue bien planeado a largo plazo, conscientes de su posición dominante y que aún teniendo que pagar multas y organizar separaciones jurídicas, les salía a cuenta machacar a la competencia.

¿Dónde están los humanos artificiales?.

También a primeros de año se revolucionaba el concepto de virtualidad de la mano de Samsung con sus humanos sintéticos pero tan rápido como subió el «hype» se diluyó en el tiempo y no se ha vuelto a saber de mayores avances en este sentido.

He de admitir que me siento decepcionado y me pregunto cuál es la razón para esta sequía.

Finanzas e inversiones en los tiempos del electrón.

Una de mis grandes pasiones es el mundo financiero y no puedo desligarlo de la tecnología, así, aunque es un tema de relativo interés, no quise dejar pasar la oportunidad de hablar un poco sobre los algoritmos de bifurcación simulada, que suenan muy raros y complicados, lo sé, pero es (creo yo) muy interesante y se relaciona con otro artículo que escribí sobre computación cuántica en el año 2019.

En esta línea, las criptomonedas han tenido un peso importante en mis publicaciones, con dos artículos, uno sobre mi teoría de las burbujas y el comportamiento del Bitcoin y las Altcoins y el otro sobre el halving de Bitcoin, que a día de hoy ya ha sucedido, multiplicando el valor varias veces.

Si lees esto, solo puedo decirte que mucho cuidado con el FOMO (fear of mission out), el miedo a quedarse fuera de una gran subida, si piensas en operar en criptomonedas o cualquier otro activo, sé prudente, lee mucho, experimenta más y no te dejes llevar por todos esos vídeos y sitios web que te prometen convertirte en un inversor de éxito de la noche a la mañana porque no hay atajos.

Amor y ciencia.

No soy partidario de escribir aprovechando las temporadas o fechas destacadas, este es un blog personal después de todo pero ese 14 de Febrero debió de haberme afectado de algún modo, porque escribí una entrada sobre parejas que compartieron sus vidas, su cariño y su amor por la ciencia.

Sabiendo que no era un tema de interés lo seguí escribiendo y al volverlo a leer hoy, me acuerdo del tiempo que dediqué a documentarlo porque era un tema bastante desconocido para mi, pero ¿sabes qué?… volvería a hacerlo, es lo que tiene el amor.

Y llegó el coronavirus.

Qué puedo decir a día de hoy, en Enero de 2020 me enteré por las incipientes noticias de China y entendí la importancia y relevancia del incidente, sabía lo que se nos echaba encima y comencé a prepararme pero había una parte de mi que quería estar equivocada.

Fue en Marzo cuando tuve que asumir que lo que me temía era un hecho y que todo iba a cambiar a largo plazo, en este otro Enero, un año más tarde, seguimos en la línea de salida pero mucho peor en la mayor parte de aspectos.

En Marzo escribí un artículo sobre el coronavirus y aunque pueda parece pretencioso, me voy a citar:

«La crisis del coronavirus es ya el crisol donde se medirá al todo en su conjunto, las acciones de los gobernantes, el civismo de sus ciudadanos, los centros de investigación… todos y cada uno estamos bajo la lupa»

No voy a abundar, si no invitarte a visitar el enlace que titulé con la maldición China de «que vivas en tiempos interesantes«.

Dos temas a continuar, la energía y la ciberseguridad.

Dos artículos son mi «cabeza de playa» para lo que espero pueda convertirse en una serie de artículos que atacan los problemas energéticos y la ciberseguridad.

Por un lado, tenemos la entrada que comprende un recopilatorio de proyectos e investigaciones para mejorar la obtención de energía y que me gustaría continuar con algún otro sobre la fusión y la fisión nuclear.

El otro tema es más por deformación profesional y motivación evangelizadora porque parte de mi actividad profesional en mi empresa se dedica a la seguridad de páginas web y servidores.

Y es que hemos de ser conscientes de la importancia de la seguridad informática y las posibles estafas que subyacen, como la que relato sobre Twitter y famosos.

Acabando el año con el fin de una época.

El último artículo que escribí fue sobre la exploración espacial, porque lo que aquí ocurra va a marcar el futuro de las próximas generaciones y existen una serie de sucesos definitorios que, en mi opinión, van a ser la semilla de una posible «explosión cambrica» de la exploración de otros planetas.

Hola año 2021.

¿Qué nos traerás?, ¿servirá nuestro optimismo y fortaleza para crear un mundo mejor? o sucumbiremos ante nuestros más ancestrales instintos arrebatando ese pedazo de pan al vecino.

Isaac Asimov decía «…si merecemos ser salvados…» porque nadie más que nosotros vamos a ser los heroes o villanos de nuestra Historia, una escrita con mayúscula y que no comienza con pasos en la Luna, si no con el civismo que enarbolamos cada día, como esa pequeña hormiguita que recoge una minúscula ramita, una sin la que el hormiguero no sería el mismo.

Tenemos la obligación natural de formar parte del futuro, queda un año para desvelar cómo continuará este artículo.