El inquietante caso de Standard Oil y las tecnológicas de mañana

Monopolios y posiciones dominantes, esto ya ha sucedido… y volverá a suceder.

Audiencias antimonopolios.

Hace un tiempo han saltado a la palestra las noticias de las audiencias a las que han estado sometidas Facebook, Amazon, Google y Apple por posible prácticas monopolísticas, ¿qué hay detrás de todo esto y qué habrá después?.

Todos sabemos lo que es abusar y lo que es un monopolio, por eso, no me voy a centrar en la noticia en sí y en que en la Unión Europea se están barajando los mismos asuntos, si no, en el tono de fondo y en qué se supone que tienen una posición dominante analizando las últimas declaraciones de las vistas sobre el asunto.

Google, el (casi) único buscador.

El caso de Google es tal vez uno de los más conspirativos ya que existen memorandos por los que parece que se realizaron acciones sobre sitios que recibían gran cantidad de tráfico, así como vigilancia de otros. Su CEO, Sundar Pichai respondió de una manera correcta pero evasiva incorporando dichas acciones en una dinámica estandar de actuación.

Apple y la appstore.

En esta ocasión no hay nada que reprochar a la firma de la manzana. La argumentacion de Tim Cook fue correcta desde un punto de vista comercial, ignorando, creo yo que igual que la acusación, cual es el transfondo real, por el que, reconocer que la appstore es el único punto de distribución de aplicaciones y se acerca peligrosamente a la definición de monopolio.

Amazon y la pequeña empresa.

Si hablamos de vender, Amazon es la referencia, pero a día de hoy, eso no le convierte en monopolio, nada más lejos, especialmente cuando Google lleva cierto tiempo queriendo meter la nariz promocionando productos en las búsquedas naturales (las que aparecen en el buscador como resultados). En mi modesta opinión, Google no le hace daño a Amazon si no que esta perjudicando los SEOs y ayuda a que la posición de Amazon parezca menos dominante.

Pero la cosa ha ido por otro lado, si Amazon no domina, sí que parece que abusa, con los datos e información de pequeños comercios y el tratamiento que reciben, incluso limitando sus ventas. Bezos cogió el balón y comenzó a regatear, dejando el disparo a puerta en el aire, detenido en el tiempo, como el consejo de un buen abogado, alegando que se está investigando la situación.

Facebook e Instagram.

Facebook es culpable solo con mirarlos a la cara ya que la adquisición de Instagram fue propiciada con el ánimo de eliminar a un competidor, una de las motivaciones de la Ley Antitrust.

Pero además, la torpeza, de nuevo, de Zuckerberg ante una vista en tiempo real, donde sus respuestas no fueron adecuadas ni acertadas ya que él mismo emitió comunicaciones donde reconocía que Instagram sería una amenaza para Facebook. Por tanto, conociéndolo y voluntariamente haciendo la compra, sí que ostenta una posición dominante.

Ruido de fondo de microondas y de politiqueos.

El ruido de fondo de microondas descubierto en 1965 lo inunda todo y cuando digo todo, me refiero al Universo, es una historia interesante que te animo a descubrir pero existe otro ruido de fondo, el de la política que también lo abarca todo.

Cuando consideramos una vista sobre situaciones de monopolio, en este caso, tenemos que tener en cuenta tres aspectos.

  • El peso en el NASDAQ, estas empresas, con sus enormes capitalizaciones y rendimientos son un porcentaje apabullante del índice tecnológico de EEUU, no tengo el dato pero rondará sobre el 40%. Cualquier cambio afectará a un índice de referencia mundial, ¿quién le pone el cascabel al gato?.
  • Hay algunos rencores entre algunas de estas empresas y los partidos demócrata y republicano, es más, incluso hay cuitas personales con algún CEO. Esto cobra especial relevancia en tiempos como los presentes, de elecciones reñidas, disputadas y más que complicadas en EEUU.
  • Si hay una recuperación tras el coronavirus es muy posible que se cimente sobre estas empresas, todo el mundo estará haciendo sus cuentas.

Entonces ¿por qué ahora?, ¿puede que haya algunos ataques con base política en vez de legislativa?, ¿será que se busca debilitar a alguien en concreto y el resto son solo figurantes?.

Son demasiadas incógnitas, a la única que puedo responder es a cómo saber cuales pueden ser las implicaciones de una decisión que nadie quiere oir, la de desmembrar a Google, la de seccionar a Facebook, la de extirpar partes de Amazon o la de lisiar a Apple. La solución nos la ofrece la historia porque esto ya ha sucedido.

Standard Oil, una única dirección y dos sentidos.

La Standard Oil, fundada en 1870 fue la empresa petrolera de referencia dirigida por el peculiar, eficiente y despiadado J. D. Rockefeller, cuyo éxito desmedido llevó a que en 1911 fuera declarada como monopolio y dividida en 34 empresas, algunas te resultarán conocidas, como Chevron, Exxon o Mobil.

Lo que aquí subyace es que al igual que en la situación actual, cuando se produjo la vista, la Standard Oil ya había perdido un tercio de su cuota debido a la competencia y en aquel momento, igual que ahora, existe una gran polémica entre si hubo abusos (que los hubo) o si simplemente hizo las cosas mejor que otros, lo que lleva a pensar qué hubiera ocurrido si se le hubiera permitido continuar creciendo, qué tipo de empresa hubiera llegado a ser hoy y que implicaciones positivas y negativas tendría para la economía, el empleo e incluso para el país.

Si las tecnológicas de hoy siguen creciendo, acumulando, sumando, incorporando, en un mundo de flujo de información, datos personales y libertades comprometidas, ¿podría llegar algún momento en que fueran difíciles de controlar para los estados?… recordemos el caso de la Compañía de las Indias Orientales que llegó a tener su propio ejército.

Y es que no nos equivoquemos, el mundo corporativo es una jungla y donde fue el petróleo, hoy es la tecnología, nada cambia cuando los directivos se enfrentan a los accionistas que les impelen a rozar la legalidad y seguir sumando cifras a las cuentas de resultados.

Siguen siendo demasiadas preguntas para un día como hoy, solo déjame añadir una más, ¿has comparado alguna vez el PIB de España con la capitalización bursatil de alguna de estas empresas?.

Hazlo.