La incesante búsqueda de energía
Tesla dijo que había tantas fuentes de energía que era dificil no conseguirla pero en nuestros días seguimos dependiendo en gran manera de una generación obsoleta, en el mundo de lo cuántico y la inteligencia artificial, los motores de explosión son lo mismo que los de vapor.
Tener una energía accesible, barata y en cantidad será fundamental para el avance de la Humanidad y nos permitirá desarrollar nuevas tecnologías, mejorar las presentes, desplazarnos a otros lugares y sobre todo, reducir la contaminación.
Echemos una ojeada al futuro de la generación de energía.
Si llueve, enciende las luces.
Así es, según la Universidad de Hong Kong con este primer sistema de para producir energía de nuevos modos, cada gota de lluvia podría encender 100 bombillas LED de hasta 140 voltios.
No es algo nuevo, ya se lleva un tiempo trabajando en la utilización de algo tan común, cotidiano y disponible como las gotas de lluvia, donde unas placas cargadas se ven «detonadas» por la caída de las gotas y su energía cinética, pero en con este avance, se ha conseguido multiplicar la producción de manera exponencial.
Aún no está disponible para su uso comercial, pero tal vez, los tejados del futuro sueñen con gotas de agua.
Placas solares nocturnas.
Parece un sin sentido porque, al menos por el momento, no hay luz por la noche, pero en la Universidad de California tienen una idea.
Lo que se aquí se propone es «aprovechar» las placas solares de la misma manera que tenemos un utensilio que sirve para un propósito y lo aprovechamos para otro diferente.
Estoy hablando de termorradiación, que en teoría, podría generar energía con el calor absorbido durante el día en las placas solares.
Veámoslo un poco más en detalle: cualquier objeto caliente irradia calor y lo hace de una manera que no vemos, como luz infrarroja. Si la placa solar durante el día capta el calor y por la noche, al hacer menor temperatura, lo desprende, tenemos un flujo que «aprovechar».
La energía está en el aire.
El Air-Gen es el dispositivo de la Universidad de Massachusetts que promete obtener energía de la nada, aunque todavía le falta un hervor.
El chisme en cuestión genera energía a través de la humedad y se apoya en una bacteria descubierta hace ya más de 30 años y que es capaz de oxidar metales y elementos orgánicos.
Lo curioso de este caso es que lo descubrieron por casualidad (como muchas veces ocurre) y no saben exactamente cómo se produce, lo que me resulta extremadamente exótico y que nos está indicando que precisamente ahí es donde deberíamos de saber e investigar más.
Membranas energéticas.
Desde la Universdidad de Leiden nos llega una ingeniosa manera de utilizar una membrana.
Una membrana es el punto intermedio entre dos estados, con la particularidad que permite el paso de un lado al otro.
El procedimiento tampoco es nuevo, ya existen membranas que buscan obtener energía del movimiento de las partículas que se desplazan cuando el agua salada y dulce están en contacto.
Pero en este caso, se ha mejorado tanto el sistema que parece que se ha incrementado en cien veces su rendimiento al utilizar un formato de carbono parecido al grafeno.
Energizando las ondas.
Esta idea no es más loca desde el punto de vista de la concepción que las otras y aunque todavía no es un hecho, nos sirve para tirar los dados y mirar al futuro, os hablo de convertir las ondas de la seña wifi en energía.
Un equipo del MIT ha propuesto que las ondas de radiación de alta frecuencia emitidas por objetos puedan ser captadas y reconvertidas a energía. Estas ondas o rayos T, también emitidas por ejemplo, por un emisor wifi, nos rodean por todos los lados y se están desperdiciando.
La propuesta no debe de ser tan alocada como parece porque ya se está buscando experimentadores y como no, trabajarán con grafeno en conjunción con otro material. Si lo consiguen, podrías disponer de una carga continua de tu dispositivo móvil mientras estás en casa o en la calle.
Más energía… aún más.
Como veis, solo se necesitan dos incredientes para obtener nuevas fuentes de energía: imaginación y creer en el proyecto.
Puede que sí que existan grandes cantidades de energía que nos permitan mirar a un futuro mejor, sin tanta contaminación y donde nuevas posibilidades se abran, solo hay que mirar a los cielos y saber que a 390 millones de años luz de nuestro hogar, en el cúmulo de Ofiuco se ha detectado una explosión que ha liberado 5 veces más energía que el mayor evento conocido, por supuesto, exceptuando el Big Bang.
Por tanto… hay mucha energía en este pequeño Universo.