Inteligencia artificial
El uso y abuso del término inteligencia artificial
Deseo quejarme y casi patalear cada vez que veo el uso baladí del término IA o inteligencia artificial, no cesan los anuncios y mensajes publicitarios de todo tipo, que por supuesto, no voy a mentar, nos ofrecen sus servicios y productos aderezados por nuestro bien con inteligencia artificial, incluso en algunos nos explican que no solo es inteligencia artificial, si no que es «inteligencia artificial real».
Pero la IA no es algo tan fútil como el procesamiento de datos, nada tan prosaico como identificar qué canal de televisión te gusta más o qué contenidos han de ofrecerte o muchas otras supuestas utilidades.
La inteligencia artificial más allá de la tecnología.
La IA es… será algo diferente, es el final del camino iniciado hace mucho, tal vez antes de que a Joseph M. Jacquard se le ocurriera construir un telar que podía ser programado con tarjetas perforadas allá por 1.801.
La inteligencia artificial será un despertar, un cambio de paradigma y una alteración drástica de la concepción del ser humano, pasando de ser el hijo de un Dios a padre de una criatura soñada, porque tal vez, el acto de la concepción no es solo el púramente biológico que nos permite replicarnos y extendernos, si no, al nivel que hablamos, de la humanidad en toda su acepción y valor único, tal vez… y solo tal vez, su legado sea aportar algo más a este Universo tan vacío.
Y es que este es un tema que solo ahora ha tenido un nombre propio, lo llamamos inteligencia artificial pero no hemos sido los primeros en soñar con ello, incluso mucho antes de las aplicaciones de dispositivos como el mencionado o el mecanismo de anticitera, el ser humano ya comenzaba a dibujar los conceptos de autómatas, como en el caso de Herón de Grecia, puede que haya algo en lo más profundo del ser humano que le impele a crear a un igual.
Por eso me molesto, por esa vanalización, sería lo mismo que si hace años, con la invención de la alarma en los relojes, los gurus del marketing anunciaran los relojes con inteligencia artificial porque te avisan a una hora para que te levantes… bien, ya se que es una exageración pero sirve para plantear mi punto de vista.
Que quede claro que no quiero menospreciar todos los avances en identificación de patrones, la aplicación de algoritmos y la importancia que alcanzan los chips neurales, pero me remito a mis palabras para llamar a todos estos elementos y otros como piezas del tapiz y no como el total, insisto, son notas de la partitura y no la composición completa.
Efectos del mal uso publicitario de la IA.
Esta distorsión afecta a cómo el público en general percibe las tecnologías y creo firmemente que es importante que el neófito reciba informaciones que se aproximen en lo máximo posible a la realidad, es decir, que la prensa, la publicidad, los medios en general han de buscar, han de conseguir ser rigurosos.
Entiendo perfectamente que la Inteligencia Artificial esté de moda, que si un anunciante la comienza a utilizar en sus slogans otros lo sigan porque nadie quiere quedarse fuera y también comprendo que ese tipo de estrategias de seguimiento no van a cambiar.
Puede que no tenga mayor importancia, pero me parece que con anterioridad, nunca ha existido de manera tan patente una situación similar, una tecnología que no existe y que el gran público piensa que ya la estaba utilizando en un espectro tan ámplio de productos y servicios.
No sé cuales pueden ser los posibles efectos y como, a muchos años vista, pueden influir en la percepción de los avances en los sistemas expertos que vendrán pero se me ocurre uno ahora mismo: que el comprador se sienta defraudado y el término IA quede estigmatizado para el futuro.
Mientras tanto, seguiremos utilizando esta pre-IA y esperando al «alzamiento de los robots».